20 de diciembre de 2011

La enredada historia de 'Bodegas Gallegas' (1)

En otra entrada he contado la historia de una de las firmas pioneras de la vinicultura gallega, Vinícola Gallega, creada en 1891 en Vigo. Ahora toca contar la de otra empresa dedicada a la elaboración de vinos de calidad que llegó a ser muy conocida y de vida prolongada, Bodegas Gallegas, fundada en un pequeño lugar llamado Os Peares.

Acá tenemos su anuncio más famoso, con los galleguiños bailando y alzando dos botellas, una con vino blanco Brillante y otra con vino tinto Tres Ríos. Y con su lista de vendedores en Latinoamérica y Filipinas.

1914

Y debo adelantar que la de Bodegas Gallegas es una historia bastante enredada, tan enredada como la del pueblo que la vio nacer. En Os Peares confluyen tres ríos, los dos más largos de Galicia (el Miño y el Sil) y otro corto (el río Búbal), y su nombre procede del término gallego ‘peares’, por las piedras [pilares] que se ponían en los ríos para cruzar a pie cuando ... la corriente no era muy alta. Tiempos antiguos.

Abajo tenemos un mapa que nos muestra su ubicación, entre Monforte de Lemos y Ourense, justo donde se unen el Miño y el Sil, y justo también al lado de una zona famosa por sus vinos desde la época de los romanos, hace casi dos mil años: Amandi.

Mapa del entorno de Os Peares, donde se unen los tres ríos (Miño, Sil y Búbal)

Un lugar pequeño pero emplazado en un punto estratégico de las comunicaciones entre el sur de la provincia de Lugo y la Galicia costera gracias a sus dos puentes: el del ferrocarril y el de la carretera. Por Peares discurría la ruta más corta para salvar la barrera que formaban los ríos Miño y Sil y conducir productos o personas hacia Ourense y Vigo desde el sur lucense o desde el resto de España. Y viceversa, era el punto más apropiado para que pasasen viajeros y mercancías desde el suroeste de Galicia hacia el interior. Una auténtica encrucijada.

La foto aérea siguiente nos muestra ambos puentes; al fondo el embalse, inaugurado en 1955.

Os Peares, vista aérea (1980, aproximadamente)
No debe extrañarnos, pues, que Os Peares fuese escogido por sus facilidades de transporte y por su proximidad a comarcas vitícolas para establecer una empresa dedicada a embotellar los vinos de la zona, una empresa fundada en 1908 con el nombre de Bodegas Gallegas.

De sus tres fundadores, el más relevante fue una casa bancaria de Ourense, Pedro Romero y Hermanos, el socio capitalista. Y digo que era el socio más importante porque una cosa era tener viñedos, fabricar vino y venderlo a los traficantes a granel, como hacían muchos paisanos; y otra muy distinta era embotellarlo, darle marca comercial y colocarlo en las mejores mesas de las ciudades gallegas, de Madrid y de los emigrantes gallegos en América.

Para esto era preciso disponer de capital, y capital no le faltaba al banco de los Romero. Acá podemos leer un breve reportaje de 1909 sobre las actividades de la empresa bancaria.


Para saber de los orígenes y los negocios de los Romero contamos con un libro escrito por Luis Rivas Villanueva, Os banqueiros ourensáns na Restauración (1990), en cuya portada se reproduce una ilustración de la sede de Banca Romero en Ourense.


Y también disponemos de una historia ampliada de la Banca Romero en un exhaustivo trabajo publicado en 2003 por Alfonso García López, La actividad bancaria en Galicia. Desde el Catastro del Marqués de la Ensenada a la ley Cambó (Editorial Lex Nova). Veamos que nos dice este autor acerca del origen del banco ‘Pedro Romero y Hermanos’:

El fundador de esta casa, Pedro Romero Muelas, nació en 1833 en Cional-Puebla de Sanabria (Zamora) y contrajo matrimonio con Baltasara Cid Nieto, hermana de Gregorio Cid Nieto, fundador de la Banca Cid de Verín, que tenía el mismo origen de Cional. Años más tarde contraería segundas nupcias con Adelaida Cambón Fraga, de Orense. (...) [Era] un comerciante-banquero, que inicialmente desarrolló su actividad en Puebla de Trives y años más tarde se trasladó a Orense, donde falleció en 1904”. (García López 2003: p.410)

Que los Romero de Cional eran comerciantes de antiguo lo comprobamos en el Catastro de Ensenada, de mediados del siglo XVIII; en un pequeño pueblo de 75 vecinos como era entonces Cional, resulta que varios Romero figuraban como ‘traficantes o trajineros’, como pequeños comerciantes:

Ay seis traficantes o trajineros, uno llamado Juan Alonso a quien de utilidad le rregulan 120 reales al año; otro Alonso Romero y a este de utilidad 80 reales; otro Juan Romero, su utilidad 70 reales; otro Balthasar Romero, y de utilidad a este 60 reales; otro Domingo Cid, y su utilidad 50 reales; y el otro Bartolomé Alonso a quien le rregulan de utilidad 65 reales”.


Cional (Zamora), Catastro de Ensenada (1752)

Tres Romero y un Cid estaban entre los seis comerciantes del pueblo, todos pequeños si atendemos a las cifras de beneficio que les asignan los peritos del Catastro. Lo curioso es que los Romero no fueron los únicos naturales de Cional y de la localidad próxima de Villardeciervos que acabaron estableciéndose como comerciantes-banqueros en la provincia de Ourense, y que se dedicaban al mismo oficio: la venta de textiles de lana de Castilla.

Tenemos así que Andrés de Muelas, tío de nuestros Romero banqueros, era comerciante ‘ambulante en la venta de tejidos de lana’ a mediados del XIX, y que el fundador de la Banca Cid (Verín), Gregorio Cid Nieto, ‘llega a Verín en torno a 1845 en un modesto carromato, como vendedor ambulante de paños de Béjar y allí conoce a Carolina Oterino [...], hija de Juan Oterino (Villardeciervos-Zamora)’. Otro de los pequeños banqueros ourensanos, Manuel Pereiro Rey, estaba casado con una Avelina Romero que era originaria asimismo de Villardeciervos. Estamos, en definitiva, ante los lazos de procedencia y parentesco típicos de numerosas dinastías de empresarios.

En el siguiente mapa podemos ver que Cional y Villardeciervos se hallaban en la ruta que comunicaba el sur de Galicia con Castilla, cerca de la frontera entre Ourense y Zamora y muy próximas a Portugal. Están justo al norte de la Sierra de la Culebra, abajo a la derecha.

Mapa parcial de la provincia de Zamora, con Cional y Villardeciervos

El caso es que, tras la muerte del fundador Pedro Romero Muelas (1904), en 1907 se constituye en Ourense la firma Pedro Romero y Hermanos y ésta promueve al año siguiente la sociedad Bodegas Gallegas. La historia inicial de la nueva empresa vitivinícola era narrada en un reportaje de 1913 firmado por El Duende de los Viajes.

1913
En el reportaje se señala que la empresa unió a tres personajes complementarios: a Vicente Randulfe, conocedor de la comarca y cuya estancia como emigrante en Cuba le había hecho ver lo bien que iban en la isla caribeña las ventas de vinos gallegos de calidad; a un enólogo procedente de La Rioja, Victoriano Rubio, que había recalado en Galicia después de años de aprender el oficio en Burdeos y en su tierra natal; y a la citada casa de banca ourensana Pedro Romero y Hermanos.

En el mismo reportaje nos ofrecen fotos de sus instalaciones, de sus fundadores  y de sus operarios.

1913

El modelo de negocio de la nueva empresa era semejante al que ya habían seguido otras firmas como la citada Vitícola Gallega o la Finca Fillaboa. Vinos embotellados, marcas registradas, coupage, orientación al consumidor gallego en América y Madrid, presentación de sus caldos a concursos para obtener prestigio, y ... publicidad.

La firma registró sus marcas.




Y también presentó sus vinos a diferentes exposiciones. En primer lugar a la Exposición Regional de Santiago, celebrada en 1909. Luego a las de Valencia y Buenos Aires de 1910, y al año siguiente a la de San Juan de Puerto Rico. También acudió a la de Londres de 1912. En todas ellas, Medalla de Oro.

El mercado de los gallegos en Latinoamérica era uno de sus principales objetivos, pero no el único. Ya en 1913 encontramos pequeños anuncios en la prensa madrileña propagando las bondades de sus vinos. Acá tenemos varios ejemplos, de 1913 y 1914.

Señores candidatos.
Si quieren ustedes tener buena elección obsequien a sus electores con los exquisitos vinos de las Bodegas Gallegas de Pedro Romero y Hermanos: Los Peares, Orense, Tinto Tres Ríos y Blanco Brillante. En todos los restoranes y hoteles y en El Sanatorio, Cruz, 21.

Contra el alcoholismo.
Los únicos vinos que recomienda la Higiene son los exquisitos de las Bodegas Gallegas de Pedro Romero Hermanos.

En Nochebuena,
Todo el mundo bebió los selectos vinos de las Bodegas Gallegas de Pedro Romero y Hermanos.

¿Usted qué quiere?
¿Buen vino?. No hay otros que los selectos de las Bodegas Gallegas de Pedro Romero y Hermanos.

Aquí otro anuncio, pero en verso.


Y un anuncio más, este de agosto de 1915, en plena 1ª Guerra Mundial.

Recuento de cascos.
¿Cuántos cascos habrá en el ejército alemán?. No tantos como los que sirven de envase a los vinos de las Bodegas Gallegas de Los Peares (Orense).

Durante la 1ª Guerra Mundial cabe pensar que las ventas de la firma se multiplicaron, tanto en España como en el extranjero, dado que los principales productores europeos de vinos estaban enredados en el conflicto bélico. Ante la escasez de buenos vinos franceses, seguro que los vinos de calidad de Bodegas Gallegas encontraron una creciente aceptación, y no es de extrañar que la empresa se esforzase en recalcar el 'exquisito bouquet', la fragancia, la transparencia, la finura y la pureza de sus caldos.

1916

En la siguiente ilustración se ve bien claro que eran vinos dirigidos a consumidores digamos ‘sofisticados’. Vinos de mesa, como se decía entonces, embotellados para ser servidos cómodamente a alguien sentado, para distinguirlos de los que se consumían en romerías o en tabernas, de pie, bebidos a morro de una bota o en cuencos botados de una jarra con vino procedente del barril.


Por eso era importante, para estas firmas que vendían vinos de calidad, luchar contra los fraudes y la publicidad engañosa. Todavía no existían las 'denominaciones de origen' para controlar la elaboración de vinos. Acá tenemos parte del texto de un aviso publicado por Bodegas Gallegas en un diario madrileño advirtiendo contra los imitadores. Es de 1916.

AVISO IMPORTANTE
Para que el distinguido público favorecedor de BODEGAS GALLEGAS (...) no sea sorprendido en su buena fe y deseo de gustar sus vinos con anuncios que, por la forma en que se publican, pueden confundirse con los de BODEGAS GALLEGAS y sus vinos, advertimos a nuestro gran público que los finos, delicados, puros y exquisitos vinos, exclusivamente de «LOS PEARES», de BODEGAS GALLEGAS, marca Tinto «Tres Ríos», Blanco «Brillante» y «Los Gallegos», solamente se sirven y venden en hoteles, cafés, bars, restaurantes, en las más importantes tiendas de comestibles y en «El Sanatorio», Cruz, 21, en botellas alambradas con la etiqueta de BODEGAS GALLEGAS, PEARES, Orense, España, Cosecheros Pedro Romero y Hermanos. Pedidlos en todas partes.
OTRA ADVERTENCIA. --- Estos vinos no se expenden en ninguna panadería.

Las ventas de Bodegas Gallegas iban, seguramente, viento en popa. Y no fue la única firma vitícola financiada por banqueros. Con anterioridad, a finales del siglo XIX, Manuel Bárcena y Franco, importante empresario vigués con negocios bancarios, había adquirido una propiedad en Salvaterra, con pazo y tierras, y en ella había creado una explotación vitivinícola -Finca Fillaboa- que no tardó en alcanzar gran prestigio.

Otra casa bancaria, de Ourense capital, fundada por Juan Fuentes Pérez, estableció en torno a 1914 bodega en Ervedelo para envasar vinos de la comarca de Arnoia. Vemos en primer lugar el registro de la marca.

1914

Y acá dos anuncios, uno pequeño y el otro más grande.


1916
1915


También se introdujo en el negocio de los vinos, años después, otro banquero vigués, Manuel Jáudenes Bárcena, sobrino del fundador de Fillaboa. Su suegra Amalia “procedía de Maside en la provincia de Ourense y tenían propiedades en Santa Cruz de Arrabaldo [donde] Manuel Jáudenes Bárcena desarrolló su afición por el cultivo de la vid, después de traer cepas del Rhin y Burdeos, y elaboraba un vino afamado, de calidad, que embotellaba y vendía en locales de lujo” (García López 2003, p.335).

1919
Una pequeña fiebre de banqueros bodegueros. La trayectoria de Bodegas Gallegas se complicará, sin embargo, en poco tiempo. Algo que veremos en la segunda parte de esta historia.